Transición Energética Post-Covid: Iguales Objetivos, Diferentes Políticas
Estamos en medio de uno de esos infrecuentes momentos de la historia en que todo se acelera y cambia, en el que no han desaparecido los desafíos en los que estábamos inmersos, pero en el que emergen otros completamente inesperados que exigen respuestas inmediatas, aun cuando sabemos que tendrán repercusiones duraderas.
Entre tanta incertidumbre podemos vislumbrar algunas certezas: saldremos mucho más pobres; las prioridades de nuestra sociedad habrán cambiado; y quizá saldremos menos unidos y con preferencias divergentes ante las grandes cuestiones que antes compartíamos. La ausencia de liderazgo que deberían estar ejerciendo EEUU y la Unión Europea, dentro del G7 y del G20, además del que deberían estar llevando a cabo las instituciones de la arquitectura multilateral existente es también un motivo de preocupación. Vienen tiempos recios.
Europa, nuestra gran oportunidad
Aun así, no debemos ignorar la gran oportunidad que esta crisis ofrece. Avanzar de manera firme en la consolidación de la Unión Europea: una Europa de la solidaridad, con el plan de reconstrucción consensuado, en el que la transición energética y el Green Deal europeo se vean acelerados. Pero, a su vez, tiene que ser una Europa de la fiscalidad rigurosa y creíble en su proyección futura; en la que planteemos la regeneración tecno-industrial 4.0 aprovechando la reconfiguración geográfica de las cadenas de valor a las que ya nos vemos abocados. Esta “nueva economía” no es posible llevarla a cabo sin tomarnos en serio la educación a todos los niveles, la ciencia y la investigación.
Transición energética Post-Covid
Un asunto adicional es el que tiene que ver con la naturaleza de esta transición energética con la que se pretende ir mucho más allá y llegar antes de adonde por si solas nos fueran a llevar la tecnología disponible y el mercado.
Queremos esta transición energética para tratar de evitar un cambio climático de consecuencias destructoras. Pero, este acertado empeño no debe confundirnos sobre la naturaleza diferencial del proceso que estamos llevando a cabo. Se trata de un proceso que, por ahora, será en términos netos consumidor de abundantes recursos ¿dispondremos de ellos durante todo el periodo de tiempo que la transición requiere? ¿Habrá un “trade off” con otras necesidades sociales de carácter también prioritario?
Propulsores de descarbonización disponibles o cercanos
Afortunadamente, disponemos de varias tecnologías energéticas descarbonizadoras que progresan por méritos comerciales propios (renovables fotovoltaica y eólica, entre algunas más). También la reducción de los costes y la mejora de la funcionalidad en el almacenamiento denso de electricidad es una fuente de esperanza cercana que ayudará de manera decisiva en la solución de algunos de estos desafíos como en el caso del transporte terrestre ligero. El hidrógeno, verde y azul, cuando pueda plantearse a gran escala y la tecnología haya avanzado lo suficiente para sustituir al carbón en la fabricación de materiales básicos, hará contribuciones decisivas. Por último, la “eficiencia energética”, junto con las tecnologías asociadas, presenta la mayor palanca de descarbonización a nuestro alcance, aunque la ausencia de exitosos modelos de negocio, así como la falta de señales, en forma de precios, de fiscalidad o de regulación, esté ralentizando la captura del enorme potencial existente.
Nos faltan ciencia y tecnología
A estos avances hay que añadir retos pendientes como la descarbonización del transporte (aéreo, naval y terrestre), de determinadas industrias (como las del acero, el cemento, el aluminio o el vidrio), y de la agricultura entre otras, que no disponen de las tecnologías que lo hagan posible todavía. La ciencia y la tecnología necesitan avances sustanciales que viabilicen estas pretensiones necesarias y desafiantes.
Gobernanza de la Transición: Estado y Mercado, Fines y Medios
Teniendo en cuenta todo lo anterior, hay un interrogante todavía pendiente de resolver: aún no hemos decidido de manera efectiva a qué tipo de gobernanza vamos a entregar el gigantesco reto de la descarbonización ¿Al Estado, al mercado o a cada uno de estos dos diferentes ámbitos, en aquellos aspectos en los que sean más idóneos?
No se trata de volver a recordar los objetivos temporales que pretendemos, sino de cómo alcanzarlos con el menor consumo de recursos, con el mayor aprovechamiento tecno-industrial y de la manera más eficaz. Todo ello con visión extensa que involucre la totalidad de los eslabones de la cadena de valor.
El plan de reconstrucción europea debe ser una buena oportunidad para abordar de manera estratégica esta cuestión, así como también para plantear una verdadera memoria económica de las diferentes rutas posibles para iguales objetivos de descarbonización. Del mismo modo, debe servir también para abordar otros asuntos pendientes de gran relevancia, tales como una reforma integral de la fiscalidad medioambiental que aporte señales inteligentes al proceso de descarbonización; o una reflexión profunda sobre las implicaciones que todo ello tiene en nuestra potente industria automovilística; o un plan que revise las carencias de nuestras infraestructuras hidráulicas y del potencial pendiente de aprovechar en bombeo hidroeléctrico, entre otros asuntos pendientes.
La eficiencia económica de la transición
El entorno actual y el post-Covid son y van a ser muy complejos de gestionar. Hay que combinar y prestar mucha atención a frentes sociales, sanitarios y económicos con importantes deudas y tensiones.
La eficiencia económica debe recuperar su natural protagonismo. Debemos analizar cuáles de las rutas posibles consumen menos recursos. Conceptos tradicionales como las economías de escala, secuencia, alcance, aprendizaje, etc. deberán filtrar las decisiones de descarbonización. La rivalidad competitiva para asignar recursos a la descarbonización deberá estar siempre presente. Iguales objetivos, pero con diferentes políticas.
¿Nos acompañará el resto del mundo? Tendremos una primera jornada de reflexión el 3 de diciembre y una segunda el 10 y 11 de febrero de 2021.