Salvemos la Transición Energética ¡Corre peligro!
Tras el drama humanitario que está sufriendo Ucrania, Europa acaba de descubrirse vulnerable y amenazada. La energía, los alimentos, la ciencia, la tecnología y las materias primas dejan de compartirse en un mercado que se aleja de la globalidad. Europa no tiene planes para sobrevivir en un mundo distinto al soñado y la realidad de pronto emerge como problema.
La Transición Energética debe seguir siendo un faro que nos guie e impulse en la toma de decisiones y un eficaz instrumento para resolver algunos de los desafíos a los que se enfrenta Europa. Es vital para el buen desarrollo de la TE eliminar los obstáculos y barreras que impiden el despliegue masivo de tecnologías maduras y competitivas como son la electricidad eólica, solar e hidroeléctrica, así como la geotermia de baja temperatura y la aerotermia. Sin olvidarnos de la necesidad de una regulación estable del sector que anime la iniciativa emprendedora.
¿Disponemos de las tecnologías adecuadas y con la madurez suficiente para lograrlo? ¿Cómo compatibilizar este necesario objetivo con el mantenimiento de la competitividad de nuestra industria y de nuestros servicios?
¿Cómo afecta todo ello a la renta disponible de los hogares y su distribución? ¿Tenemos una estrategia, nacional y europea, de ciencia, tecnología, minería, industria y aprovisionamiento?
Necesitamos reflexionar sobre las externalidades sociales, económicas y geopolíticas para que podamos cuidar de todas sus implicaciones lo que nos garantizará una buena la velocidad de avance de esta colosal transformación.
Por todo ello, urge prestarle atención a la Transición Energética. ¡Corre peligro!